Este enorme edificio de planta rectangular tenía unas dimensiones de 163 metros de longitud por 17,65 metros de ancho y fue construido por el rey Eumenes II de Pérgamo en el siglo II a. C. con la finalidad de unir mediante un espacio cubierto el Teatro de Dioniso con el Odeón de Herodes Ático, para proteger a los visitantes y espectadores del mal tiempo o del sol.
Está situado justo por debajo del «peripatos» el sendero que rodea completamente la Acrópolis.
Su ejemplo fue seguido por su hermano y sucesor al trono, el rey Atalo II de Pérgamo, que construyó el Pórtico o Stoá de Atalo en el Ágora.
La Stoá de Eumenes tenía dos amplias galerías longitudinales, separadas mediante columnas dóricas, que servían como lugar de paso y de reunión para los visitantes del Teatro y del Odeón.
Su fachada también estaba formada por columnas dóricas.
La Stoá de Eumenes constituía un amplio pasillo cubierto que unía el Teatro de Dioniso con el Odeón de Herodes Ático y protegía a los espectadores del mal tiempo o del sol, al mismo tiempo que servía de lugar de paso y reunión.